Explorando lo invisible: un viaje a través del viaje astral
Han pasado seis semanas desde que los estudiantes del Libertad para Crear 2024 participaron en La Semana Astral: Descubriendo el Más Allá, Rompiendo el Código de la Libertad . Lo que comenzó como un concepto difícil de explicar quedó muy claro después de nuestras sesiones con Bruno y Carole. Con sus grandes sonrisas e integridad, nos mostraron lo que realmente significa conectarnos a tierra y al mismo tiempo dejarnos llevar. A través de sus enseñanzas, cada lección se sintió como un regalo que transformó nuestra comprensión.
Nos guiaron a una profunda comprensión: “Lo que éramos antes ya no existe, pero lo que somos ahora es un lienzo de infinitas posibilidades”. A través de su sabiduría, descubrimos la libertad de crear, la libertad de espíritu y la verdad de que los mejores maestros a menudo residen dentro de nosotros (activados a través de la conciencia) y también pueden aparecer en cualquier momento, en cualquier lugar y en cualquier persona.
A través de su trabajo transpersonal, nos enseñaron que cuando tenemos la boca cerrada, estamos en el reino del pensamiento, pero cuando hablamos, nos conectamos profundamente con el cuerpo. Asumir la responsabilidad de lo que sucede es abrazar el verdadero poder. Nos mostraron cómo el cuerpo astral se conecta con el mundo material y cómo el mapa del conocimiento es una topología del corazón. La búsqueda del tesoro a la que nos guiaron reveló que la puerta es nuestro corazón y el tesoro somos nosotros mismos.
Aprendimos que el juicio surge de la opinión, pero es el apego lo que nos ata. La verdadera libertad reside en nuestra capacidad de liberarnos de estas opiniones tan rápido como aparecen, ya que aferrarnos a ellas sólo nos atrapa en una zona de confort. Las opiniones son pasos, luces que nos guían, pero debemos dejarlas atrás para dejar espacio a nuevas creencias y descubrimientos. Se nos anima a usar nuestra mente para el análisis, pero dejemos que nuestro corazón tome las decisiones.
Bruno y Carole nos ayudaron a comprender que actuar como un niño es entrar al reino de los cielos: libre, sin cargas y abierto a la vida. Incluso nuestras emociones, cada movimiento de nuestra energía, son sagrados cuando aprendemos a dejarlos fluir libremente, libres de apegos. Nos enseñaron a abrazar el vacío (el 99,99% de lo que permanece desconocido) y a rendirnos al viaje del devenir, más allá de cualquier certeza de lo que creemos que deberíamos ser.
Sus enseñanzas sobre el cuerpo astral, los sueños y el lenguaje de nuestra alma abrieron nuevas dimensiones. La libertad de crear es estar en casa y en lo desconocido, darse cuenta de que la conciencia no es más que un punto en la vasta página del subconsciente, esperando ser explorado. La belleza, nos mostraron, es pura armonía: todo es perfecto, incluso en el sufrimiento.
Como nos enseñaron Bruno y Carole, el superhéroe que sobrevive a su propia historia se transforma. El salvador se convierte en mentor, el perseguidor se convierte en retador y la víctima, al enfrentarse a sus sombras, se convierte en aventurero. Esta aventura se emprende en silencio, se ofrece a la mejor parte de nosotros mismos: el espíritu.
Gracias, Bruno y Carole, por mostrarnos que la vida no es sólo una espera de éxtasis, sino un viaje de descubrimiento y transformación. Nos habéis dado las herramientas para recorrer este camino y por eso os estaremos eternamente agradecidos.
Regresarán el próximo año para Freedom to Create 2025 , regresando para la sexta semana del Programa Residencial de Otoño de 11 semanas . Todavía hay mucho por revelar y experimentar, gracias a la profundidad de las tradiciones del Tai Chi y la sabiduría chamánica que reúnen en una combinación tan perfecta.