Redescubriendo el propósito: lecciones de vida de un viaje de 11 semanas
En noviembre de 2024, terminamos la libertad para crear el Programa Residencial 2024 en la Escuela de Transmisión. Este viaje de 11 semanas fue nada menos que los participantes transformadores, guiantes de todas las edades, que salieron de 18 a 78, a través de una exploración de los cinco cuerpos: físico, emocional, mental, espiritual y astral .
En este espacio único, generaciones se reunieron para aprender, compartir y evolucionar.
Para los jóvenes y curiosos
Para algunos, esta fue una experiencia de ajuste de brújula. Recién salidos de la escuela secundaria, estos participantes buscaron orientación para afrontar las grandes decisiones de la edad adulta. Otros, desencantados con las trayectorias profesionales académicas o convencionales, dejaron atrás sus doctorados para redescubrir la realización, ya sea aprendiendo habilidades prácticas (como cocinar, técnicas de masaje y tejer cestas), o abrazando la sabiduría de la naturaleza para vivir de manera más independiente, alejándose de la dependencia de las empresas comerciales. sistemas.
Para los experimentados y sabios
Mientras tanto, nuestros participantes más “experimentados” (sí, ¡los que ya no tienen 18 años!) aprovecharon la oportunidad de profundizar su sabiduría y explorar nuevas dimensiones de serenidad y propósito. El programa se convirtió en una oportunidad no sólo para reflexionar sino también para transmitir experiencias de vida a las generaciones más jóvenes, reconociendo al mismo tiempo el viaje que los llevó a alinearse plenamente con su verdadera esencia.
Para los pioneros corporativos
Incluso aquellos con carreras prósperas en el mundo empresarial encontraron aquí un reinicio muy necesario. Aprendieron herramientas prácticas para la resiliencia emocional , exploraron prácticas de autocuidado y descubrieron formas de salir de la rutina de la vida diaria, encontrando paz y claridad en sus siguientes capítulos.
Viviendo el viaje
Durante 11 semanas, nuestro grupo principal de estudiantes compartió un hogar y se sumergieron profundamente en las enseñanzas de cada cuerpo. Practicaron juntos, se apoyaron mutuamente y aceptaron los desafíos y triunfos de este camino transformador. Ahora, al regresar a sus vidas, llevan consigo estas lecciones, no sólo en teoría, sino a través de acciones tangibles que los capacitan para vivir plena y conscientemente.
Muchos se han alejado del piloto automático y han abrazado la vida con intencionalidad. Están avanzando con confianza, sabiendo que han construido una red fuerte y de apoyo para atraparlos cuando surjan desafíos.