JEROEN VAN DEUTEKOM
Un día, mientras entrenaba para su primer triatlón Ironman, Jeroen fue atropellado por un coche.
Aunque la colisión fue grave, descubrió que el coche era conducido por un ángel, lo que cambió su vida para siempre. Buscando recuperación, otro ángel le presentó el Qi Gong para que se recuperara por completo de sus heridas. En lugar de volver a entrenar para un nuevo Ironman y retomar su antiguo trabajo como reputado consultor informático, sólo pudo emprender un nuevo camino (que en aquel momento parecía una locura). El objetivo de Jeroen es unir la vieja y la nueva sabiduría para mejorar la armonía entre el cielo, el hombre y la tierra. Trabaja como mentor y maestro, practica Zen y Qi Gong, curación de tierras y otras sabidurías relacionadas. Vive en Amsterdam, junto con su esposa y sus dos hijas, en el espíritu de un monje zen.